Apreciemos los defectos.

Quiero a la gente que se equivoca y se arrepiente, a la gente que demuestra su pureza a cada minuto, a la gente que me ha fallado y a la que yo he fallado y mutuamente nos hemos perdonado, gente que no te juzga sin conocerte, ni te critica sin ni siquiera preguntarte qué tal te ha ido el día. En definitiva, gente que sabe apreciarme tal y como soy, siendo imperfecta, caprichosa, olvidadiza para fechas importantes, olvidadiza para todo en general, despistada, cabezona, orgullosa y así una lista infinita. Porque es muy fácil sacarte defectos a ti mismo, lo que es difícil es sacarte virtudes.